Existen distintas leyes que protegen la privacidad y los datos en cada país. Pero, ¿sabemos dónde están nuestros datos?
Cuando estamos en el consultorio médico, la conversación que tenemos con el médico se registra en nuestro expediente médico. Para fines de facturación, esta información se puede compartir con la empresa de seguros para garantizar la facturación y la calidad adecuadas. Ahora, una parte de nuestro historial médico de la visita clínica también se encuentra en la empresa de seguros.
Las tarjetas de fidelidad que nos ofrecen en una tienda puede ser una manera conveniente de ahorrar dinero en las compras. Sin embargo, la tienda compila un perfil de nuestras compras y utiliza esa información para su propio uso. El perfil muestra que un comprador compra cierta marca y sabor de refresco regularmente. La tienda utiliza esta información para identificar como objetivo al comprador con ofertas especiales de marketing. Con la tarjeta de fidelidad, la tienda y el patrocinador de marketing tienen un perfil del comportamiento de compra de un cliente.
Cuando compartes tus imágenes en línea con tus amigos, ¿sabes quién puede tener una copia de las imágenes? Las copias de las imágenes están en tus propios dispositivos. Tus amigos pueden tener copias de dichas imágenes descargadas en sus dispositivos. Si las imágenes se comparten públicamente, es posible que desconocidos tengan copias de ellas también. Podrían descargar dichas imágenes o realizar capturas de pantalla de dichas imágenes. Debido a que las imágenes se publicaron en línea, también se guardan en servidores ubicados en distintas partes del mundo. Ahora las imágenes ya no se encuentran solo en tus dispositivos informáticos.
Tus dispositivos informáticos
Tus dispositivos informáticos no solo almacenan tus datos. Ahora estos dispositivos se han convertido en el portal a tus datos y generan información sobre ti.
A menos que hayas seleccionado recibir los resúmenes en papel para todas sus cuentas, utilizas tus dispositivos informáticos para acceder a los datos. Si deseas una copia digital del último resumen de la tarjeta de crédito, utilizas tus dispositivos informáticos para acceder a la página web del emisor de la tarjeta de crédito. Si deseas pagar tu factura de la tarjeta de crédito en línea, accedes a la página web de tu banco para transferir los fondos con tus dispositivos informáticos. Además de permitirles acceder a tu información, los dispositivos informáticos también pueden generar información sobre ti.
Con toda esta información sobre ti disponible en línea, tus datos personales se han vuelto rentables para los hackers.